Nuestro amor se marchita como las rosas blancas que me diste…
Será que no se cuidó lo suficiente? Será que la luz fue demasiada y la sombra tan escasa…
Será que no le cuidamos lo suficiente…
Almenos podemos hacer algo de popurri con él y dejar que el olor del mismo endulce nuestros corazones un poco más…
Las espinas dejaron de pelear por cuidar nuestro bienestar y así cualquier contexto logró dañar nuestras raíces dejando frágil el sentimiento del amor…
Como una rosa sin su flujo continúo de agua, nuestro amor sin palabras se secó…
Ahora solo queda un ramo de ilusiones y sentimientos secos que se deshojan al pasar de los días…
Un rosal que podría flocer nuevamente con la dedicación y la cantidad exacta de amor, sin excesos y sin déficit.
Si se riega sin medida nos ahogaremos de amor y se morirá.
Si no se riega secaremos nuestro amor…
Por ellos amemonos con la cantidad exacta de pasión y la cantidad exacta de dulzura y sin dejar de lado la cantidad exacta de deseo porque sin él no se cuidaría el rosal de amor….
Ana Ruano.
Ana Ruano 